Camaleones Civilizados

Una copia de este cuento está en una botella que se fue al infinito océano del espacio exterior, y con él, un mensaje.

 "Changada del más allá: Si encuentran esta botella y por alguna casualidad o causalidad logran decodificar el significado de nuestro lenguaje, queremos avisarles que no se pierden de nada aquí en la tierra."  Sin firmar.

Lo que recuerdo de aquella nota:

"...En el corazón del mato groso brasileño, una civilización de camaleones sociables viven justamente civilizados, organizados como nosotros, en familias, con trabajos, etc. etc. Todos agrupados geográficamente, compartiendo el mismo espacio, en fin, una civilización camaleón. ¿Te los imaginas? Los camaleones son famosos por su habilidad de cambiar de color según las circunstancias, por su lengua rápida y alargada, y por sus ojos, tan ágiles que se pueden mover independientemente el uno del otro. Como si estos camaleones no fueran suficiente y metafóricamente parecidos a nosotros, recientemente llegó una epidemia a la civilización camaleón. Un extraño virus elimina todos los cromatóforos, la célula que contiene los pigmentos que cambian su piel de color, por lo que los pibes más mentirosos de la naturaleza están en el horno, ¿Cómo harán para ser, sin ser todo aquello que aparentan ser? Evidentemente los camaleones civiles necesitan camuflarse para sobrevivir. Antes, la civilización vivía en armonía con las apariencias, pues, todos fingían muy bien pero ahora están ante un letal problema. Debían enfrentarse a sí mismos y a los demás, sin ninguna posibilidad de camuflarse.

-¿Te imaginas si todos los seres humanos no pudieran mentir?

La astucia inagotable de estos reptiles los llevó a inventar métodos alternativos para camuflarse, para nuevamente olvidarse de lo que son y construir lo que quieren demostrar. Un intrépido camaleón llamado Ruli buscó un pedazo de piel abandonado de otro reptil y la pintó con unas flores de las afueras del pueblo. Hermoso! Ruli es el primer reptil, luego de Susana Gimenez, en usar la piel de otro animal para idealizarse frente a los demás animales. Se podrán imaginar cómo lo miraban en el pueblo, él era el distinto, único, original, admirado, un profeta en su tierra. Lamentablemente, por ahora....

Algunos camaleones del pueblo, como repuesta, pondrían en acción la segunda arma letal de estos reptiles: "La lengua". Esta tenaz habilidad en manos de la mentira fue letal para el coqueto Ruli, sobre todo cuando los muchachos vieron afectada su competencia sexual. Pobre Ruli... ¿Te imaginas lo triste e injusto que puede ser, cuando un camaleón es juzgado bajo la intensión maligna de unos camaleones civilizados?...

-¿Qué sería de nosotros si no emitiéramos juicios públicos sobre las demás personas?-

En esta secuencia de habladurías del mundo, todos se conocían, sin conocerse. Claro, el virus se había llevado su habilidad más valiosa y junto con ella la armonía de estar siempre del color que el entorno espera de ellos. ¡Los camaleones están en offside!

Este es el momento donde la tercera habilidad sale a la luz. Los ojitos de los camaleones se vuelven locos, cada ojo mira a un lugar distinto, uno observa que hacen los demás y el otro se refugia de lo que se puede hablar de ellos. ¡Que mambo! El pueblo, chico, ahora era un infierno, grande.

Los reptiles preocupados por lo que pueda decirse de uno o de otro, sin notarlo, habían construido cárceles para sí mismos. Todos empezaron a optar por comportarse de modos "socio-camaleónica-mente aceptados", dentro de lo que la opinión publica considera correcto.

Un tarde en el infierno, estaban los camaleones reunidos en uno de esos encuentros sociales masivos, con todos los reptiles alterados y concentrados en la lengua, el ojo y el camuflaje. Chan! Invadió en voz alta una pregunta...

- ¿QUE PUTO INFIERNO ES ESTO? - Pronunciaba un loquito exaltado en medio de la plaza central y siguió...

- Parece que aquí cada uno construye su infierno y le gusta vivir en él. ¿A caso no se dan cuenta que la opinión pública es el reflejo de la inseguridad de sí mismos?-  Entre atónitas miradas, continuó

- ¡Mírense! ¿Qué hacen de ustedes mismos? ¿Qué aporte hacen a nuestra sociedad? Uno es lo que opina del otro, camaleones. ¡SENSATEZ por favor! ¡Somos camaleones civilizados! - El silencio luego de tal escena era incomodo, el camaleón cuyo nombre no sabemos, aprovecho el silencio circundante para continuar...

- ¡AMOR, LA PUTA MADRE! ¡Lo que nos falta es amor! Quitar condiciones, eso es amar, incondicionalidad, es mirar al otro y aceptarlo como es, sin juzgarlo. No teman de ser ustedes mismos y no temerán de las almas libres, pues, ustedes serán las almas libres!- Finalizó.

La masa quedó anonadada y el silencio estremeció las caretas, por un instante los ojos apasionados del loquito se llenaron de esperanza. Luego, una camaleona de entre la masa, giró y susurró al oído a otro camaleón un comentario. Comentario que luego se multiplicó entre todos los camaleones, seguido de este acto, uno a uno, empezaron a retirarse todos los reptiles... "

 No conozco más de la historia de esta civilización camaleónica, nadie sabe contarme que pasó después, podría sacar mil conjeturas sobre de qué se trataba el comentario o de las reacciones ¿Si reflexionaron y cambiaron? o ¿Si tomaron como un loquito al camaleón y lo ignoraron?... No sé, una vez, hace un par de siglos atrás, dicen que un loquito que se hacía llamar Jesús, realizó un acto similar y dijo, "Que tire la primera piedra el que esté libre de pecado", y a este picarito primero lo mataron y después lo convirtieron en un Dios, la inversa de Maradona, sin embargo, la verdad es que nunca sabremos que sucedió. Lo que si puedo determinar, es que efectivamente opinaron sobre él, es inevitable para estos camaleones, está en su naturaleza, la razón lógica inevitable de definir lo que nos rodea rápidamente. La duda los atormenta y la ignorancia los somete, están condenados al prejuicio bajo el halo de la carencia de conocimientos sobre las causas.

¿Por qué a los camaleones les importa lo que los demás camaleones puedan decir?
Si uno indaga los problemas de imagen social, verá que la raíz del asunto está en dos aristas, la primera es la fe, si el camaleón no cree en sí mismo, necesitará que los otros los otros crean en él. Segunda. Si el camaleón no se conoce a sí mismo y no realiza el proceso de auto-reconocimiento, inconscientemente buscará de todos modos aparentar lo que él aspira ser y buscará que los otros camaleones lo acepten, de ese modo, creará la ilusión de sentirse incluido y de conocer su identidad. Esta ilusión de creer que él es algo por que los demás lo creen, lo mantendrá frágil y débilmente sometido a la opinión pública. La inseguridad del camaleón proviene de la ignorancia sobre él mismo, además, toda esta fragilidad es la que proyecta al juzgar a otro camaleón y esta opinión sobre el otro, es en realidad, como en el fondo de su alma opina de sí mismo.

Por mi parte, amo a todas las personas a las que se las etiqueta de locos, son esas almas libres, exploradoras del espíritu de la imaginación, son el hijo del amor entre la libertad y el misterio, sobre todo, son quienes históricamente han sido los seres más controversiales y polémicos. Han generado y descubierto tanto que la inseguridad y la ignorancia de la sociedad los ha sometido a lo largo de toda la historia. Todos los genios que hoy admiramos y consideramos genios, han sido primero locos. Creo en realidad, que el adjetivo loco en el modo despectivo, es un halago, ¡un gran halago! Benditos locos de mierda.

 Para finalizar. Sé que quienes escribieron la carta a la changada del espacio exterior, mintieron cuando dijeron al principio que "no se perdían de nada en la tierra". ¡Mintieron! En la tierra si existen cosas muy especiales y los pibes del más allá se están perdiendo de algo mágico, ¡el amor! O quizás esté hablando de más y emitiendo un juicio inadecuado, porque el relato también habla del amor, del amor de un loco por despertar a sus semejantes. Entonces, ¿Cuáles son las verdaderas intenciones de los escritores de la carta?... Lo único que sé, es que no voy a emitir juicio alguno sobre esto, porque no conozco las verdaderas intenciones de los autores, solo me queda esperar que la changada de allá arriba tampoco lo haga y se lleguen un día de estos para descorchar una cervecita negra y conocernos mejor...

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Alan / Año 2011