El Reino De Las Sombras


Pequeño paréntesis.

(Es difícil llevar adelante relatos como este a cualquier ámbito social, porque en general, suelen caer en la trampa de la simplicidad prejuiciosa y ser etiquetados como "solo sueños", como si soñar fuera poca cosa, poca realidad. Como si el hecho de ser un sueño determina de por sí un montón de elementos absurdos o inconscientes
-Porque para esta gente es lo mismo-, carentes de sentido concreto ya que todas son igualmente inexistentes en la pequeña realidad donde habita la razón. Por lo tanto, esta maravillosa aventura quedará solo para quienes tienen el coraje de trascender los limites en los que se ha encarcelado a la realidad verdadera, a la realidad que comprende el todo. Bienaventurados sean.)


El Reino De Las Sombras

Todo sucedió una mañana cualquiera caminando cerca de unos viñedos por las dunas de Tatón (Fiambalá), cuando decidí recostarme bajo la sombra de una parra, al lado de un pequeño y tranquilo charco de agua. Terminé durmiéndome profundamente y cuando desperté, me encontré perdido en el vientre de la oscuridad azul, o al menos esto parece ser...
 Aquí en el principio de todos los océanos, la noche es eterna, es un silencio oscuro donde los soles negros se opácan fríos y serenos, las brisas son tímidas corrientes de agua que atraviesan los paisajes de sombra infinita que podrían serlo todo o no ser nada. Mientras me pregunto por qué estoy aquí, me encuentro con tres seres de la oscuridad subacuatica -Los siento tan extraños y tan familiares-  Estas curiosas entidades tienen rostros pero no pueden verse, para mi son arcaicas humanidades o deidades del océano infinito, realmente no puedo distinguirlos. 
 Sus cuerpos parecen levitar en sus imperceptibles movimientos, la gravedad no es tan grave, aquí parece no existir arriba ni abajo. Tengo la sensación que a medida que transcurren estos pocos pensamientos están pasando millones de años. Son tan lentos, su paciencia es un arte que ha sido tallado durante siglos de quietud, pero la mía no, me siento torpe para esta inerte existencia subacuatica. Aquí el oro no brillaría, pues, el sol de la noche no le otorga su valor al reflejo de la luz, sino a quienes son capaces de emitirla. Esta disposición inversa donde el sol absorbe y los seres brillan, estimula los sentidos secretos de estos anónimos seres. En un instante de lucidez fuera de mi ansiedad, puedo presentir que estamos en un momento crucial y yo seré un extraño espectador para un evento del cual jamás encontraré palabras para describir, por que justamente al despertar, olvidaré los detalles y lo recordaré como un sueño tan confuso, como esos recuerdos borrosos que uno más trata de recordar.

 En algún momento de todo esto, si es que hubo tiempo, identifico que ellos poseen algo similar a nuestras yemas de los dedos, las cuales son una extensión de sus órganos sexuales. Comprendí que su uso es una misión sagrada y que su preparación precisa de milenios de meditación. La fuerza vital que emanan fluye desde las tres almas de la oscuridad y desemboca en el corazón del sol negro, su centro es un vórtice que absorbe hace siglos con un poder incalculable toda la energía producida. -¡Estoy en el momento preciso!-. Puedo percibir en la silueta oscura de estas deidades como elevan lentamente sus manos hasta la altura de la sien, ellos se encuentran en una disposición triangular, equilátera y enfrentados. La oscuridad de la estrella negra que está elevada en el centro acumula una tensión caótica, mi cuerpo siente el vértigo del abismo, algo está por suceder... de pronto, en un movimiento de concentración alquimística, sus yemas logran sincronizar con sutileza el contacto, se unieron. Un zumbido muy agudo aturde mis oídos, veo el sol negro vibrar hasta implotar y luego explotar en un orgasmo divino que abre un portal en algún rincón de un universo inaudito. Es un momento de éxtasis indescriptible, en un resplandor enceguecedor, toda la energía, el poder de la creación, el deseo y la esperanza de los dioses fluye en una ferviente fuerza que configura el ADN de toda la existencia. La luz se lanza al vacío en un estruendoso Big Bang. Una incalculable cantidad de materia respira el tiempo por primera vez, es el principio de todo lo que será... 
 Solo puedo pensar que no lo puedo creer, todo sucede tan rápido. En el mismo instante, toda la claridad se oscurece nuevamente en la quietud de la infinidad azul y los tres dioses se disuelven en una burbuja que me absorbe vertiginosamente, me atrapa y comienza a elevarme suavemente con un amor maternal hacia los azules más claros. Desde mi capsula donde ahora respiro aire y siento mi peso, observo como me alejo del fondo del océano, el reino de las sombras. Es tan intensa la cantidad de emociones, no entiendo nada, mi corazón va explotar, estoy agitado por la adrenalina del suceso, mis ojos lloran de una extraña nostalgia. -¡No me quiero ir!- Me siento un niño que se despide por ultima vez.
 Lentamente continúa el ascenso en la burbuja, comienzo a calmarme y comprender lo sucedido, poco a poco voy acercándome a la superficie, puedo percibir la tenue luz del sol -¿Un sol brillante?! Me preguntaba- Todo me parecía extraño después de tanta oscuridad infinita, me siento tan ínfimo... De pronto estoy llegando al limite de la superficie, la imagen se aclara y de un susto puedo divisar mi cuerpo gigante durmiendo bajo de la parra. -¡Estoy en el charco donde paré a descansar!- Me dije-. Mientras me observo a mi mismo desde la burbuja, esta toca la superficie, explota sutilmente y mis ojos se abren. Despierto nuevamente en el planeta de la luz, observo el charco, mi reflejo y lloro de gratitud.






@Alan 2014/2017